Como hidratar el cuero del sofá?

1. Limpiar con toallitas

Cuando limpias la piel del sofá, usa toallitas estilo dodot. Este tipo de toallitas no solo atrapan el polvo, sino que acaban hidratando la piel también. Sin embargo, lo mejor es probar las toallitas primero en un rincón apartado del sofá, para asegurarte de que no daña la piel (tal como haces con un depilatorio, por ejemplo). Si el color de la piel no cambia, puedes aplicarlo por todo el sofá. Por cierto, puedes utilizar el mismo truco para hidratar la piel de tus carteras, monederos y otras prendas de piel.

2. Usa toallitas para cuero

Si lo prefieres, hay toallitas limpiadoras para cuero. Generalmente son más caras que las toallitas mencionadas anteriormente y, a menos que la piel tenga muchas imperfecciones, los resultados son similares. Estas toallitas también se utilizan para limpiar sillones de cuero y asientos de coche, por lo que se pueden encontrar tanto en tiendas especializadas como en algunos grandes supermercados. Las toallitas deben usarse al menos una vez al mes para hidratar el cuero.

3. Aplicar cera o crema hidratante

Si el objetivo es solo hidratar la piel del sofá (y no limpiar), deberás aplicar cera o un producto hidratante ("crema de cuero"). Este tipo de cremas son precisamente para hidratar la piel y hacer que luzca nueva, hidratada. Para que el cuero del sofá nunca se deteriore, lo ideal es hidratarlo cada seis meses. Si tu sofá está muy expuesto al sol, puedes reforzar esta hidratación y hacerlo con más frecuencia.

4. Buscar un tapicero

Si la piel de tu sofá es tan dañada que limpiar e hidratar con estos productos de supermercado no es lo suficiente, busca una reparación de tapicería. Aunque hay cada vez menos tapiceros, con esta inflación el precio de una reparación de tapicería te saldrá más barato que comprar un sofá nuevo. Además, los tapiceros no solo arreglan la piel, sino que también pueden tapizar y vuelve a rellenar tu sofá para que no se "hunda" cuando te sientas.